Me gustas, ¿Lo sabías?

Me gustas. Te conocí hace años y nada más verte, cambiaste algo en mí. Esos ojos color negro tan grandes y soñadores me embriagaron. Pensaba en tí incluso sin hablar contigo, pero un día me preguntaste algo y empezaste a gustarme como nadie lo había hecho. Obviamente ya me había gustado algún que otro chico, pero lo tuyo era diferente. Era especial. Pero creo que era especial porque tú lo eras. Me encantaste y hiciste que mi corazón empezara a latir cada vez con más fuerza. Nunca llegué a enamorarme de ti, pero sí que he de decir que te quería y que te quiero... y que eres la persona a la que más he querido, de eso no tengo ninguna duda. 


Pero... ¿Sabes que es lo que me gustaba de ti? Para empezar tu sonrisa, ésa gran sonrisa que me dejaba sin aliento y que me hacía sacar también a mi otra; Tu mirada cálida y dulce que nunca juzgaba y que me hacía verme como yo era realmente; Tu voz, tan grave y ronca. Siempre que la oía se me iluminaba la mirada porque deseaba verte a cada segundo y tu voz era símbolo de que estabas ahí, muy cerca mía; Las cosas que decías... ¡Dios, hablabas muchísimo! Pero todo lo que decías era divertido y auténtico. Nunca te hiciste pasar por otra persona, o al menos delante mía... Pero hay algo que me gustaba más de ti que todo lo que acabo de decir y es que nunca te dejabas llevar por los demás, si pensabas algo, lo pensabas tú. Creo que eso fué lo que hizo que me fijara en tí y en la luz especial que te rodea.


Vales mucho, aunque creo que jamás sabrás que ésta entrada va para ti...